La Evaluación De La Gestión Empresarial

El objetivo de la evaluación de la gestión empresarial es medir lo actuado por el responsable directo de tomar decisiones en una empresa, la eficiencia y eficacia del empresario.

Para que el sistema de control de gestión empresarial funcione eficazmente y colabore con el buen funcionamiento de la empresa, son presupuestos necesarios que se hayan cumplido ciertas etapas esenciales:

• se hayan definido objetivos jerarquizados de corto y largo plazo en función de las características de la empresa y su entorno (políticas de inversión, políticas de financiación, políticas de proveedores, políticas de clientes,).

• existan planes (planes de comercialización, características de los bienes a producir,...), programas y presupuestos (presupuesto económico, presupuesto financiero, de producción,...) que cuantifiquen los objetivos.

• se haya establecido la estructura organizativa, con una clara definición de las atribuciones y responsabilidades.

• exista un sistema de medición, registro y control de los resultados obtenidos que permita calcular las desviaciones y sea coherente con los objetivos y la estrategia empresarial.

• se interpreten los datos obtenidos.

Los objetivos empresariales se convierten, por lo tanto, en uno de los parámetros que mayor relevancia toman al momento de evaluar la gestión empresarial. Sin la existencia de esos objetivos, de una planificación estratégica global, y de objetivos particulares para cada uno de los subsistemas que conforman la estructura empresarial, no puede pensarse en un control de la gestión empresarial.

Es tarea del control de gestión empresarial, evaluar e interpretar el nivel de cumplimiento de tales objetivos, definiendo y determinando los desvíos, e identificando sus causas y consecuencias. Evaluar la gestión empresarial es examinar en forma integral la gestión de una empresa con el propósito de evaluar la eficiencia de sus resultados, teniendo en cuenta las metas y objetivos fijados, los recursos humanos, financieros y materiales empleados, la organización de esos recursos y los controles
establecidos.

Es preciso resaltar la gran importancia que tiene el análisis adecuado y oportuno del entorno, que condiciona y limita las actividades empresariales, y que debe necesariamente ser considerado al evaluar la gestión empresarial.

A partir de estas premisas, se podrá informar y asesorar sobre la realidad empresarial, interpretar los valores obtenidos, identificar las fortalezas para aprovechar las oportunidades y las debilidades originadas en el no cumplimiento de los planes estratégicos, determinando las amenazas.

Entre los parámetros para evaluar la gestión empresarial podemos citar:

• Grado de cumplimiento de los objetivos.
• Política empresarial acorde a las características de la empresa y su entorno.
• Adecuada capacidad para cumplir con el ciclo operativo y con 3°.
• Asignación conveniente de fondos.
• Adecuada capacidad para generar recursos.
• Adecuada capacidad de respaldo.
• Tendencia a crecer / decrecer de la empresa (adecuada evolución financiera, patrimonial y económica).

También se deberá medir la gestión empresarial a través de indicadores cualitativos que traducen la manera como se gestiona una empresa:

• En foque de la empresa hacia la creación de valor.
• Grado de vinculación entre planeación estratégica y control.
• Existencia de una red comunicacional que transmita la cultura (principios, creencias y valores de la organización).
• Capacidad para formar criterios éticos dentro de la toma de decisiones.
• Capacidad para desarrollar redes de gestión.
• Capacidad para asumir riesgos calculados.
• Capacidad para aprender y enseñar.
• Creatividad y espíritu innovador.
• Predisposición para la acción.
• Relaciones Políticas adecuadas con el entorno.

Entre los instrumentos que sirven para la evaluación de la gestión empresarial pueden mencionarse, a título enunciativo, la contabilidad financiera, las auditorías (externas, operativas o de controles internos), el tablero de control, el análisis de ratios, informes destinados a seguir las innovaciones y estrategias de la competencia y los cambios en el entorno